HIMNO

 

HIMNO DE LOS COLEGIOS GUADALUPANOS.

 

 

¡Valor y confianza,

nuestro es el lema de Plancarte!

¡Valor y confianza,

Cristo será nuestro baluarte

con valor combatiremos

los embates del mal

con confianza lucharemos por el bien y la verdad.

 

Alumnos Guadalupanos, cristianos de corazón:

encendamos nuestra antorcha con el fuego del amor

porque nosotros vive Dios.

Alumnos Guadalupanos, cristianos comprometidos:

nuestra meta es la excelencia en valores, en servicio

en el amor y la existencia.

 

¡Valor y confianza,

nuestro es el lema de Plancarte!

¡Valor y confianza,

cristo será nuestro baluarte

con valor combatiremos

los embates del mal

con confianza lucharemos

por el bien y la verdad.

 

Alumnos Guadalupanos, somos cristianos valientes:

dejaremos nuestra huella proclamando el Evangelio

toda la vida entera.

Alumnos Guadalupanos cristianos como Plancarte:

amaremos a la Iglesia, amaremos a María

que es la estrella que nos guía.

 

¡Valor y confianza,

nuestro es el lema de Plancarte!

¡Valor y confianza,

Cristo será nuestro baluarte

con valor combatiremos

los embates del mal

con confianza lucharemos por el bien y la verdad.

 

NUESTROS VALORES

UNIFORME

UNIFORME DEL COLEGIO TEPEYAC MEXICANO
 

ESCUDO

El  escudo de los colegios guadalupanos es de forma antigua. Tiene en la parte superior una división que en la heráldica lo hace de “jefe”. En esta parte aparece el lema del Padre Fundador: “Valor y Confianza”, luce sobre un campo verde que es el color de la esperanza.

 

Sobre el campo principal del escudo hay una cruz de hierro; la cruz es símbolo del amor de Cristo, centro de la vida cristiana; por eso se proyecta a todo lo ancho de la existencia. Termina en punta de lanza, como la palabra de Dios que es penetrante, viva y eficaz arma del cristiano.

 

Los otros extremos de la cruz son lobulados como el trébol, cuyas tres hojas nos traen el recuerdo de la Trinidad.

 

La cruz divide al escudo en cuatro carteles. En el cuartel más alto de la derecha, sobre campo azul color de cielo, hay una estrella que representa a María. La estrella matutina que iluminó la aurora del mundo en el paraíso y la aurora de nuestra patria en el Tepeyac.

 

En el cuartel bajo de la izquierda, hay una antorcha cuya luz significa la síntesis entre fe y vida, síntesis que tratamos de alcanzar en nuestros colegios. El campo es rojo, que es el color del fuego y el color de la caridad. Caridad y fuego que tiene el que por la fe y la cultura se acerca a Dios, y por la fe vivida se entrega al servicio de sus hermanos.

 

Los otros dos cuarteles ostentan los colores pontificios en señal de catolicidad. Están vacíos y sin empresa, para que los que militen bajo este escudo lo llenen simbólicamente con sus propias obras.

 

 

IDENTIDAD DE LOS COLEGIOS GUADALUPANOS

 

LOS COLEGIOS GUADALUPANOS SON UN CONJUNTO DE COLEGIOS CATÓLICOS, FUNDADOS BAJO LA INSPIRACIÓN PEDAGÓGICA DE JOSÉ ANTONIO PLANCARTE Y LABASTIDA, Y ATENDIDOS POR LAS RELIGIOSAS HIJAS DE MARÍA INMACULADAS DE GUADALUPE; SU ESPÍRITU CARACTERÍSTICO ES MARIANO –GUADALUPANO Y SU LEMA ES VALOR Y CONFIANZA.

 

 

MISIÓN

LOS COLEGIOS GUADALUPANOS SON UNA INSTITUCIÓN EDUCATIVA CATÓLICA, QUE TIENE COMO MISIÓN LA FORMACIÓN HUMANISTA, INTEGRAL Y ARMÓNICA DE LA NIÑEZ Y JUVENTUD.

 

VISIÓN.

LOS COLEGIOS  GUADALUPANOS, FIELES AL IDEAL EDUCATIVO DEL PADRE JOSÉ ANTONIO PLANCARTE Y LABASTIDA, SE PROPONEN PROYECTARSE A LA SOCIEDAD COMO UN CENTRO DE EDUCACIÓN EXCELENTE POR SU NIVEL CULTURAL Y HUMANISMO CRISTIANO.

 

 

INSPIRACIÓN PEDAGÓGICA

LA INSPIRACIÓN PEDAGÓGICA DE JOSÉ ANTONIO PLANCARTE, HERENCIA INVALUABLE DE LOS COLEGIOS GUADALUPANOS CONSISTE EN:
LA EDUCACIÓN DEL CORAZÓN POR LA FORMACIÓN MORAL Y RELIGIOSA DE LA NIÑEZ Y JUVENTUD, ESPECIALMENTE DE LA MUJER, CUYO MODELO ES MARÍA.

 

 

 

VISIÓN DEL HOMBRE

En la filosofía de la educación de los Colegios Guadalupanos se considera al hombre, como ser creado a imagen y semejanza de Dios; con una libertad para pensar y actuar, como un derecho natural; “como un ser personal, inteligente y libre; compuesto de cuerpo y espíritu”. Acepta que el hombre es un ser bueno, aunque por su naturaleza espiritual y animal experimenta una lucha dentro de sí mismo; que “no fue creado perfecto sino perfectible, dotado de potenciales que deben ser actualizadas, de ahí que el hombre es un ser esencialmente educable”.

     

 El hombre, se lee en el Génesis, es un ser social; necesita la compañía y ayuda de sus semejantes para realizar la misión que Dios le encomienda: “labrar, enseñorear y cuidar la tierra”, lo que significa humanizarla. El resultado de la acción humanizadora: racional, simbólica y social del hombre” es la cultura.

Todas estas características del hombre lo hacen ser persona y, por consiguiente, el sujeto de los derechos humanos: personales, sociales, económicos y políticos, entre otros.

 El Padre Plancarte, hace una identificación de las diferencias existentes entre el hombre y la mujer:

“aunque de una especie y naturaleza, son tan diferentes es sus cualidades y perfecciones, que parece que les falta la armonía y el equilibrio. Y por lo mismo, al formar a la mujer la hizo tanto más poderosa por sus atractivos y sus gracias, cuanto el hombre es más fuerte que ella por la fuerza y la autoridad; de donde resulta que la mujer que es más débil que el hombre como ente físico, es más fuerte que él como ente moral, razón por la cual vemos que de derecho el hombre manda, pero de hecho la mujer consigue atraer al hombre a su voluntad, y aun imponerle sus mismos caprichos y dominarle”. 

 

 

 

VISIÓN DEL MUNDO

       La doctrina educativa del Padre Plancarte, con una visión cristiana del mundo, sostiene que el universo ha sido creado por Dios con una armonía y un equilibrio perfectos; que el mundo es pluralista; que hay distintos tipos de seres; con características específicas: que el mundo es cambiante, y que de su evolución depende el progreso humano. Si este progreso es bien encauzado puede conducir a la felicidad; de lo contrario, a la destrucción.

   Al respecto, el Padre Plancarte escribió:

  “Cuando levanto la frente y fijo mis ojos en el firmamento, no es el azul ni en sus lumbreras en las que reconozco a Dios, sino el maravilloso orden que allá reina, en el admirable equilibrio que sostiene esas inmensas moles y en la regularidad de sus fuerzas y de sus movimientos”.

 

 

 

 

 

Historia

El Colegio Tepeyac Mexicano es una institución educativa fundada en el año de 1917 con el nombre de Nuestra Señora de Guadalupe. Se localizaba en la calle de Buenavista No. 4, lugar en donde vivió el Padre Fundador y pertenece a la gran familia Guadalupana Plancartina, fundada  bajo la inspiración pedagógica de  José Antonio Plancarte y Labastida, atendida por las religiosas Hijas de María Inmaculada de Guadalupe, su espíritu característico es mariano guadalupano y su lema es valor y confianza.

 

Por ampliación del atrio de la Basílica, se pidió el desalojo del lugar, trasladándose las religiosas a la calle de Unión y el Colegio a la calle de Arica en la misma colonia y con el nombre de “Tepeyac Mexicano”, denominándole así por encontrarse cerca del cerro del Tepeyac.

 

Fue necesario cambiar al Colegio de domicilio para lo cual se adquirió un terreno en el domicilio  actual de Talara No. 187 y su construcción estuvo a cargo en sus orígenes de la madre Concepción Rodríguez, terminándola la madre Teresa Velázquez García y la madre Luz María Aguirre R.

 

Los gastos de la construcción fueron elevados y el presupuesto con el que se contaba en ese entonces no alcanzaba para la terminación de la obra, pero con el ánimo y entusiasmo de la madre María de la Cruz Chávez que organizó corridas de toros y recitales con el trío los Panchos se pudieron recaudar fondos para concluir la construcción del Colegio.

 

Desde hace 88 años el Colegio ha brindado sus servicios educativos en este lugar de la ciudad y ha creado una tradición de enseñanza académica y de formación en valores que se han visto reflejados en las generaciones formadas, bajo la pedagogía de Plancharte.

 

 

JOSE ANTONIO PLANCARTE Y LABASTIDA

 

El fundador de la Congregación de Hijas de María Inmaculada de Guadalupe es el Padre José Antonio Plancarte y Labastida, quien nació en México, D. F. el 23 de diciembre de 1840. Estudió  la primaria en Guadalajara y Morelia, se trasladó después a Puebla por muy breve tiempo para luego irse a Inglaterra al Colegio de Santa María Oscott en donde estuvo de 1856 a 1862 estudiando la carrera comercial. En 1862 se trasladó a Roma para realizar ahí sus estudios de teología y fue ordenado el 11 de junio de 1865.

 

A su regreso fue nombrado párroco de Jacona, Michoacán, en donde estuvo hasta 1882 trasladándose después a la ciudad de México. Ahí permaneció hasta el día de su muerte que fue el 26 de abril de 1898.

 

JOSÉ ANTONIO PLANCARTE Y LABASTIDA

 

 

 

 

 

 

 

 

 

COLEGIO TEPEYAC MEXICANO